Envía sobre mi alma una lluvia de flores de gracia y de virtud,
para que pueda subir el Calvario de la vida,
embriagado en sus perfumes.
Mandame una sonrisa de tus labios de cielo
y una mirada de tus hermosos ojos.
Que valen más tus caricias
que todas las alegrias que el mundo encierra.
¡Dios mío!
Por interseción de Santa Teresita del Niño Jesús
y de la Santa Faz
dame fuerza para cumplir exactamente con mis deberes
y concédeme la gracia que hoy te pido.
Amén.